Sunday, September 1, 2013

Estudio Sobre el Impacto Social de La Ley de la Mordaza en Puerto Rico

Copyright ©2013 L.E. Vega
Por L.E. Vega
El Seňor Luis Muňoz Marín, con todo mi respeto, es en mi opiniὁn el Padre de la Mordaza en la isla de Puerto Rico.  Crecí en ambiente que colocὁ a Muňoz Marín sobre pedestal de el “Primer Gobernador, Padre y Arquitecto de Puerto Rico”, lo cual respeto.  La intenciὁn al poner en piė mi ensayo blog no es tumbar su ilustre imagen. Admito por cierto que es impresionante las cantidad de personas que responden admirando mi pintura digital de Luis Muňoz Marín. Con el motivo de crear consciencia, aquí en mi ensayo sol busco desplegar el aspecto de “mordaza social” que azota desde hace tiempo el psiquis humano en Puerto Rico. 
En la dẻcada de los aňos 30, Muňoz Marín en mi opiniὁn se aprovechὁ, probablemente sin querer hacer daňo, de la crisis que en el 1932 generὁ el huracán San Cipriano en Puerto Rico para tender un puente sobre los Estados Unidos de Amėrica con el fin de incrementar ciertos intereses políticos en la isla de Puerto Rico.  Se aprovechὁ, directa  indirectamente, de la crisis causada por tal desastre natural, y persuadiὁ a la conmovida primera dama Eleanor Roosevelt a que visitara la isla, lo que le permitiὁ poner en marcha sus ambiciones políticas, construyendo el comienzo de encaminar a Puerto Rico hacia el camino a la dependencia de ayuda pública.
En el aňo 1936, Don Luis se opuso a todos los partidos políticos que apoyaron la ley para otorgarle la independencia a Puerto Rico, aunque apoyὁ la ley para lograr la independencia de Las Islas Filipinas, y sin constarle la masacre contra protestantes en la Universidad de Puerto Rico en el 1936.
En compaňia de su esposa, Inės Mendoza, quien ejerciὁ como maestra de escuela pública en Puerto Rico,abogὁ la prohibiciὁn de la enseňanza en Puerto Rico, hasta entonces brindada en el idioma de inglės, al idioma espaňol. En mi opiniὁn, el establecimiento de el espaňol como idioma oficial, no no le hizo un favor a los puertorriqueňos, quienes son de habla hispana, sino que arranc la raíz que lograra toda posibilidad de ayudar la implementaciὁn de la estadidad como estatus en Puerto Rico.
Al lector se le podría ocurrir que esta servidora pinta a Luis Muňoz Marín insinuando que fuẻ un simple despὁtico, lo cual no es cierto.  Opino que su motivo fuė darse a conocer bajo la categoría del primer líder responsible de traer cierto progreso social en Puerto Rico, aunque lamentablemente acompaňado de novata avaricia voraz. Con su popularidad, convenciὁ a muchos alcaldes puertorriqueňos que la pobreza es la clase dirigente. En aquel entonces, dudo que el seňor, Luis Muňoz Marín tuviera idea de el daňo que le hizo tanto al futuro social, como al futuro econὁmico y general de Puerto Rico, inutilizádolo en las manos de la corrupciὁn de algunos estadounidenses.
Se preguntará usted cuál es el posible entrelace entre el tema de crear la dependencia en la asistencia pública, mencionado anteriormente, con el tema de “La Mordaza” social.  Cuando una familia, por ejemplo, depende de generaciὁn a generaciὁn en ayuda pública, pierde en el proceso algo de sentido social, fácilmente adquiriendo mente nublada, y al verse obligado a escoger entre mostrar respeto social a otros en el peor de los casos y asegurar su cheque recibodo de servicios sociales, su barriguita decide, así derrotando el valor al respeto ajeno.
El seňor Luis Muňoz Marín tuvo en sus manos el poder de impedir la aplicaciὁn de la Ley de la Mordaza en Puerto Rico, ὁ por lo menos el poder de minimizar la intervenciὁn de la ley en los derechos constitucionales de los puertorriqueňos, ya que son ciudadanos estadounidenses desde su nacimiento.  Como resultado de la debilidad complaciente de Don Luis ante las demandas de muchos interesados en Washington, ocurrieron numerosas invasiones y violaciones de los derechos humanos. Posiblemente, el temor a perder cierta asistencia social ὁ puesto profesional, de ser "fichados", ocasionὁ que muchos puertorriqueňos se reportaran los unos a los otros, divididos, un ejemplo de pẻrdida al respeto ajeno.
La mordaza con el tiempo se ha arraigado al hábito social.  Existen infinitas situaciones, entre tantas de ellas, por ejemplo, si alguien no pertenece al partido político en el poder, se le rechaza en círculos ὁ se le echa de su posiciὁn de catedrático de universidad.  Me atrevo a declarar, sin vascilar que el aspecto responsable de patrones de violencia que siguen ascendiendo en la isla de Puerto Rico, se deben a la mordaza social.  Lo típico es que bastantes puertorriqueňos hieren, verbal of físicamente, declinante patrὁn, que atribuyo a la mordaza practicada en la sociedad puertorriqueňa. 
Para traer una analogía, mi libro “La Canciὁn de Uva”, cuento de niňos, lo dediquė a tres niňos sin capa de agua en una lluviosa tarde.  Contemplė a los pobres niňos antes de agarrar una “guagua” ὁ bus con su madre, quien los cubriὁ con bolsas plásticas de basura para protegerles.  Como si fuera ayer, recuerdo que transeúntes sin compasiὁn se asombraban en el rol de burlones entrenidos con la triste escena. 
Apenas con diez aňos de edad, una falsa puertorriqueňa quien fingiὁ ser amiga de la familia de mi madre, me llevὁ al cine a ver una película con escenas pornográficas. Al enterarse mis abuelos, se enfadaron con la muy atrevida. La misma gárgola humana, tuvo la audacidad de correr falsos rumores acerca de mi carácter. Tal es exacto ejemplo de “mordaza” que he vencido a travės de mi fė en Jesús.  Dios me ha permitido levantarme de barbaridades de tipo mordaza cometidas por gárgolas asociadas con todos los partidos políticos, siendo yo familia de una de las figuras más importantes en Puerto Rico.
El vestigio destructivo que dejὁ atrás la Ley de La Mordaza ha convertido a Puerto Rico en un pueblo dirigido a la defensiva, sin pausar y detenerse a cultivar el arte social de conocer y respetar el sol que brilla en el alma ajena, tan importante como el sol que brilla en la nuestra.  Existen aquellos quienes insisten en imponer la Inquisiciὁn Mordaza, convirtiėndose en gárgolas humanas, sin parecer importarles que se hunden ellos mismos, en el proceso, al ser parte tambiėn de su tierra a la cual no respetan.
Al fundar el Partido del Pueblo, Roberto Sánchez Vilella, el segundo gobernador de Puerto Rico,  fuė la única figura política hasta ahora, según tengo entendido, quien intentὁ renovar al Partido Popular, fundado por Don Luis Muňoz Marín.  Sus brillantes intentos en 1968 de revitalizar su partido de acuerdo con las demandas y necesidades creciendo en su pueblo, sin embargo, resultaron infructuosos.  En verdad, creo, que para renovar la infraestructura en Puerto Rico, ὁ para corregir hábitos sociales ú otras inquietudes, incluso para cambiar el estatus, la respuesta clave queda en renovar el Partido Popular Democrático Puertorriqueňo. 
Para más informaciὁn acerca de la autora, por favor visite su página web, LEVega.Net.



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